e mërkurë, 13 qershor 2007

Detras del carro rojo

El sol ya no me hace cosquillas, unas gotitas grises dificultan mi visibilidad, y el remolino me lleva detrás del carro rojo.
No se trata de un futuro que se convierte en presente, ni mucho menos del presente que se convierte en pasado; esto se trata de un carro rojo que elijo perseguir con una molécula de incertidumbre que se apoya en
la superstición, y asi comienza mi travesía.
12:07 PM • “buscando a nany”
Las exuberantes características caribeñas que promocionan de nuestra isla a los turistas ironizan la realidad nuestra. Lo maravilloso de la publicidad es que puedes vender al infierno como el paraíso, el calor de las 12 no se ve en las cámaras, y la negligencia de nuestra gente no se retoca en “fotoshó“, y desde pequeña soy victima de los spots que dicen “somos gente buena” pero eliminan la línea que dice: pero no salgas a manejar a la calle; “donde el calor tropical te envuelve” (debieron poner un subtítulo que diga LITERALMENTE y con efectos secundarios); bueno, ya estoy inmersa en mi misión de medio día con un reloj abriendo los ojos y subiéndome las cejas con una expresión amenazante de poder sobre mi , y la monotonía se adueña de la calle, todas me llevan al mismo destino, todas con una vista gris con amarillo (nada de verde), todo me da igual, lo único que empujaba mi motivación era conquistar mi misión, es entonces cuando la molécula se hace sentir…
Cualquiera me juzgaría de vacilante (hasta yo) y entre las 457,850 variantes que mi remolino mental codifica me veo en la necesidad de poner en “MUTE” 457,849 de esas variantes y dejar mi mente en un casi blanco para tomar la decisión más simple del día “por donde me voy?” y ahora que? Cual parámetro usaría yo para canalizar mi objetivo… y ahí es cuando la simpleza y la tontería absorben el protagonismo en un mundo complejo, lleno de una supuesta lógica e inteligencia natural… pues para llegar a mi destino, de las múltiples opciones decido seguir al primer carro rojo que el instante le presente a mis ojos… y ahí estaba el … un Celica del 89 aproximadamente con un letrero que decía “ ocúpate de la tuya, ¡envidioso!” hace su aparición a la escena subiendo el elevado de la Churchill con Kennedy y basada plenamente en nada, decido seguir al carro rojo que me indujo a elegir ese camino.
Y con una sonrisa apretada que hacia remembranza lo estúpido del momento, me dejo llevar por un chofer (por lo visto frustrado) que ni la más remota idea tenía de que se había convertido en mi pilar por unos segundos.
Me hice amiga del sol, y le pregunté tantas dudas, que la incomodidad y el rechazo nunca me habían permitido hacerle, al final quedamos en un acuerdo; hice las paces con el color gris, pues el no tiene la culpa de ser necesario; aprendí que la imprudencia no es más que una reacción inicial; y que la vida es un libro de colorear y nosotros somos las crayolas.
Desde entonces me di cuenta que no hay nada más simple que la complejidad misma y por lo tanto , lo simple me domina.
Lo estúpido se convirtió en divertido, lo absurdo en considerable, y lo rutinario en color…en color rojo.

2 komente:

Blogger Yameley tha...

wao! Soy la responsable del primer comment de tu blog, así que debe ser uno muy muy bueno. A ver… Bueeeno… Lo siento! La simpleza es mi madre por igual (me adoptó cuando la vida se tornó compleja), y no me deja excederme con palabras lindas, poderosas o estrepitosas, ni tampoco con razonamientos áperos, pero aquí va un intento:

Me encantó tu primer post Kay!

Happy rainy day!

13 qershor 2007 në 10:20 e paradites  
Blogger Fresas y Carambolas tha...

wao, no conocia tu faceta de escritora, me dejas sorprendida, tendre cuidado contigo.

Vas muy bien

Rocio

25 qershor 2007 në 7:52 e paradites  

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